La temporada de solicitudes para la universidad está en marcha y muchos estudiantes del último año de la escuela secundaria del Este ya han comenzado a postularse para diferentes universidades en todo el país. Una de las preguntas más importantes que se hacen es: “¿Cómo podré pagar la matrícula y las cuotas universitarias?”
La ayuda financiera es uno de los factores más importantes a la hora de decidir a qué universidad comprometerse y, al momento de presentar la solicitud, puede ser un proceso complejo y estresante.
La Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para Estudiantes (FAFSA) y la Solicitud de la Ley Dream Act de California (CADAA) están cambiando por primera vez en 40 años. Si bien las agencias esperan agilizar el proceso, a muchos estudiantes y consejeros les preocupa que los cambios y la aplicación posterior puedan tener efectos negativos en los paquetes de ayuda estudiantil.
Este año, la FAFSA se abre el 31 de diciembre, con la fecha límite de prioridad retrasada hasta el 2 de abril. En el pasado, la solicitud se abría el 1 de octubre con una fecha límite del 2 de marzo. La CADAA también abrirá este mes, pero mantendrá la fecha límite original del 2 de marzo de 2024.
En el pasado, la complejidad tanto de la FAFSA como de la CADAA hacía que los estudiantes presentaran solicitudes incompletas. De los muchos cambios que se están produciendo en la FAFSA, los solicitantes ahora sólo tendrán que responder 36 preguntas en lugar de 100.
Los nuevos cambios pueden afectar a los estudiantes con padres ausentes, estudiantes indocumentados y estudiantes con hermanos en la universidad. El servicio selectivo ya no es una cuestión, los padres indocumentados ahora pueden firmar electrónicamente y la información de impuestos federales se puede transferir directamente desde el IRS a la solicitud. Se requiere el consentimiento y la aprobación para la transferencia de información fiscal federal para ser elegible para recibir ayuda federal para estudiantes.
Matthew Moore, gerente de sistemas postsecundarios de Unite LA, ayuda a los estudiantes a navegar a través del proceso de ayuda financiera y dice que los nuevos cambios serán algo a lo que adaptarse.
“Con estas nuevas actualizaciones de ayuda financiera, habrá una curva de aprendizaje”, dijo Moore. “Siempre es preocupante porque los consejeros universitarios no son preparadores de impuestos”.
Para muchos estudiantes de comunidades desatendidas, la ayuda puede marcar la diferencia entre ir a la universidad o no.
Valeria Macías, estudiante de segundo año de la Universidad del Sur de California, dijo que la cantidad de ayuda que recibió durante su primer semestre no fue suficiente para cubrir sus necesidades básicas. “Asistir a una escuela que cobra 90.000 dólares a veces da la sensación de que a la institución no le importan las dificultades financieras que causa”, dijo.
Macías tuvo que defenderse a sí misma, lo que llevó a la USC a aumentar su ayuda y permitirle asistir. “Ser un estudiante de primera generación hace que sea mucho más difícil encontrar una voz en la educación superior. Es muy intimidante, pero es la única manera en que la gente te escuche”, dijo.
Los estudiantes con necesidades financieras excepcionales también podrían ser elegibles para una beca federal Pell que, a diferencia de un préstamo, no tiene que ser reembolsada. Esta subvención también cambiará su proceso de solicitud.
La elegibilidad estará vinculada al tamaño de la familia y al nivel federal de pobreza. Los exestudiantes encarcelados también serán elegibles para las Becas Pell.
La directora de ayuda financiera del East Los Angeles Community College, Lindy Fong, dice que incluso el personal necesita conocer los nuevos requisitos y beneficios de las nuevas solicitudes.
“Primero tenemos talleres para el personal, así que para el mes de diciembre eso es lo que comenzamos a hacer”, dijo Fong. “Luego, en enero, además de brindar talleres a los estudiantes, también brindaremos talleres con nuestra División de Servicios Estudiantiles, para el personal que asiste a las escuelas secundarias, para que también tengan la información para ayudar a los estudiantes de la escuela secundaria”.
“Asegurar que todos los estudiantes completen la FAFSA o CADAA tiene un impacto particular para los estudiantes de comunidades desatendidas”.
Catalina Cifuentes, Comisión de Ayuda Estudiantil de California
Los estudiantes indocumentados no califican para recibir ayuda federal, por lo que la ayuda estatal es su única opción. La CADAA ha sido un proceso difícil para los solicitantes. Según el informe de la Comisión de Ayuda Estudiantil de California (CSAC), Renewing The Dream, los obstáculos para los estudiantes indocumentados comienzan en la escuela secundaria con la falta de información y la desconfianza en las instituciones gubernamentales.
Para la graduada Yazmín Núñez de la Universidad Estatal de California en Long Beach, la solicitud del Dream Act fue abrumadora. “Pide mucha información personal, no sólo de mí sino también, necesito que mi familia me ayude y sus documentos fiscales en regla”, dijo.
La incertidumbre y la falta de ayuda disponible para los estudiantes indocumentados significa que muchos tienen que encontrar formas de pagar su educación superior.
“Ya sabía que mi paquete iba a ser muy diferente al de mis otros compañeros debido a mi estatus”, dijo Núñez. “[Por] esa razón, me había encargado de solicitar tantas becas como pudiera”.
CSAC está abordando algunos de estos problemas actualizando su aplicación. Los cambios notables en CADAA son la integración de la Declaración Jurada AB 540 y la simplificación del proceso de firma de los padres. Anteriormente, este era un proceso separado en el que el padre o tutor tenía que usar un PIN, pero ahora estará integrado en el envío de la solicitud original.
Este otoño, la Comisión de Ayuda Estudiantil lanzó la campaña “All-In for FAFSA/CA Dream Act” para promover y alentar a los estudiantes de secundaria a presentar sus solicitudes de ayuda.
“Asegurar que todos los estudiantes completen la FAFSA o CADAA tiene un impacto particular para los estudiantes de comunidades desatendidas. Nuestra campaña ‘All-In for FAFSA/CA Dream Act’ abre puertas de oportunidades al ayudar a los estudiantes y sus familias a tomar decisiones informadas”, dijo Catalina Cifuentes, presidenta de la Comisión de Ayuda Estudiantil de California en un comunicado de prensa.
Con todos estos cambios los consejeros tendrán que adaptarse para apoyar a los estudiantes a la hora de solicitar ayuda económica. Melissa Arias, consejera universitaria de Garfield High School, dice que no le importa el desafío de aprender algo nuevo para ayudar a sus alumnos.
“Creo que es importante que, como consejeros, nos familiaricemos con las últimas actualizaciones para poder informar bien a nuestros estudiantes. Cada caso será diferente”, dijo Arias.
