Mariachi Musicians wait for gigs in front of La Monarca Bakery, across the street from Plaza del Mariachi. Photo by Ernesto Orozco.
Edificio y torre Sears.

Por Alex Medina

Pulso de Boyle Heights

El aburguesamiento o “gentrificación” se ha convertido en un tema de discusión en buena parte de los Estados Unidos. En los últimos cinco años, su impacto ha cobrado más notoriedad en Boyle Heights.

La gentrificación se define como un proceso de reconstrucción y renovación de áreas deterioradas, lo que tiene como resultado el arribo al vecindario de residentes perteneciente a las clases media y alta. Si bien esto puede suponer ciertos efectos positivos, también puede generar impactos negativos para los residentes y negocios locales.

Una galería de arte en el distrito de almacenes.

El arribo de residentes nuevos, junto con otros emprendimientos, causan un aumento en los precios de las viviendas y los alquileres. Esto aumenta la tensión, dado que los negocios locales deben enfrentar la competencia.

Muchos residentes han tomado una postura con respecto a esta creciente preocupación. Incluso, los grupos activistas han desterrado del vecindario a un negocio particular: una galería de arte. Otros han calificado a los negocios y sus propietarios como burgueses, como en el caso de los manifestantes que marcharon en protesta durante el mes de junio frente al café Weird Wave Coffee a tan solo 10 minutos después de ser inaugurado.

Obra de arte en Highland Park.

Que un negocio sea calificado como burgués en Boyle Heights puede tener un impacto perjudicial. Algunos residentes pueden optar por no comprar en dichos establecimientos mientras que otros pueden llegar a denunciarlos públicamente en las redes sociales.

Los efectos de la gentrificación pueden observarse claramente en Highland Park, una comunidad aledaña. Este vecindario, que solía ser de clase obrera, cambió sustancialmente, tanto en la oferta de negocios como en la composición étnica y de ingresos de sus residentes.

Las tensiones en relación con estos temas se han vuelto más evidentes en Boyle Heights.

Les presentamos esta edición especial del Pulso de Boyle Heights con el fin de arrojar luz sobre estos temas. La idea de esta edición especial surgió de los comentarios recibidos por parte de los miembros de la comunidad durante una reunión trimestral, la que tuvo lugar a comienzos de este año.

Todas las fotos de Ernesto Orozco. Adelmi Ysita contribuyó a este artículo.

Lea los reportajes a continuación:

Defend Boyle Heights enciende la controversia con su lucha en contra de la gentrificación

Los líderes de la coalición acusan a ONG locales de estar aliadas con las desarrolladoras.

Por cobrar $20 por recorte tildan de burgués a The Cream Shop

La barbería que ofrece servicios que van más allá de un simple corte de pelo fue al principio catalogada como un negocio “gentrificador” a pesar de que su dueño nació y se crió en Boyle Heights.

La vivienda se hace incosteable en Boyle Heights

El elevado precio de los alquileres y los precios por las nubes de las propiedades hace prácticamente imposible para muchos residentes vivir en el vecindario.

Estudiantes de BH desplazados por altos alquileres deben realizar largos traslados

Los estudiantes como que han debido mudarse lejos de sus escuelas debido al alto precio de los alquileres a menudo tienen dificultades para llevar vidas sociales saludables y al mismo tiempo asegurarse de mantener buenas calificaciones.

Highland Park, el espejo de Boyle Heights

Hasta hace poco tiempo, Highland Park era considerado el “epicentro” del aburguesamiento o “gentrificación” en Los Ángeles. Los residentes de este vecindario al noreste de Los Ángeles hablan tanto de las desventajas como de las desventajas del fenómeno de la gentrificación, y muchos coinciden en que posiblemente Boyle Heights pase por este mismo proceso en el futuro cercano.

Las pequeñas empresas de Boyle Heights luchan unidas por su permanencia

I

Los miembros y organizaciones de la comunidad comprenden que los cambios son inevitables, pero buscan evitar que las empresas locales se vean desplazadas por la “gentrificación”. Algunas de las asociaciones sin fines de lucro locales han establecido acuerdos para ayudar a apoyar y mantener las empresas locales, como las que se encuentran en la histórica Plaza del Mariachi y en el corredor de la calle Primera. Muchos de estos negocios y restaurantes llevan varias décadas operando en Boyle Heights.