
Aunque dedique su tiempo a producir la próxima canción de moda, a inventar una idea de reciclaje para Coca-Cola, a cantar en teatros con todas las entradas agotadas o a liderar una innovación creativa de Intel, will.i.am siempre vuelve al vecindario que lo vio crecer: Boyle Heights.
El músico y productor de Black Eyed Peas dice que retribuir a su comunidad ha fortalecido su carrera y es más importante que todo lo demás. “Para saber hacia dónde vamos, tenemos que saber de dónde venimos. Para saber dónde estamos, hay que saber cómo es tu entorno”, dice will.i.am a Pulso de Boyle Heights.
La meta de will.i.am es motivar a los estudiantes que provienen de ese mismo entorno. El año pasado presentó el programa de seguimiento universitario, i.am.College Track, en la Preparatoria Theodore Roosevelt de Boyle Heights para ayudar a los estudiantes a alcanzar sus sueños y continuar con su educación después de la preparatoria. Es el sexto sitio de una organización educativa sin fines de lucro a nivel nacional cofundada por Laurene Powell Jobs, la viuda de Steve Jobs, fundador de Apple.
El programa College Track ofrece cursos adicionales de matemáticas y apoyo escolar, enseña habilidades útiles para el mercado en arte y medios digitales, y ofrece orientación a los estudiantes sobre las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas. El programa i.am.College Track brinda servicios a 60 estudiantes del 9 º grado en Boyle Heights y añadirá 60 alumnos del 9 º grado todos los años hasta contar con 240 estudiantes matriculados. La fundación i.am.angel del músico invertirá un millón de dólares en los próximos cuatro años en el programa College Track de Boyle Heights.
Will.i.am, de 38 años, a quienes sus amigos llaman Will, nació y creció en el complejo de viviendas Estrada Courts en Boyle Heights, junto con dos hermanos y una hermana. En aquella época eran pocas las familias afroamericanas que vivían en una comunidad predominantemente latina.
Eso pudo haber sido difícil para algunas familias, pero no lo fue para la familia de will.i.am. “Fue increíble crecer como una de las pocas familias negras”, dice will.i.am. Lo crió su madre, Debra Cain, una mujer muy reservada y de voz suave, y su tío, Donny. Ambas figuras tuvieron un gran impacto en will.i.am. Nunca conoció a su padre William Adams. Cain reconoce el mérito de las personas del vecindario que la ayudaron a cuidar de su hijo.
“Boyle Heights fue la comunidad ideal en aquella época porque muchos de los vecinos lo protegían” y se aseguraban de que “no se metiera en muchas cosas”, dice Cain.
Cain animó a su hijo a luchar por sus sueños y a evitar las pandillas y las drogas. A los ocho años comenzó a interesarse por la música y su madre siempre lo apoyó. Su relación “trasciende el vínculo entre madre e hijo”, dice Cain. “Es como si fuéramos mejores amigos”.
Will.i.am reconoce la fortaleza de su madre como el factor responsable de sus logros. En la actualidad, will.i.am a menudo lleva a su madre de viaje. En enero la llevó a la inauguración del segundo período del presidente Obama. Mientras se encontraban allí, will.i.am envío varios mensajes por Tweeter: “Llevé a mi mamá a la Casa Blanca y con cada paso que daba sentía ganas de llorar… Estoy tan orgulloso de nuestro pasado. Mi madre hizo un buen trabajo… hoy podría estar haciendo algo totalmente distinto… pero ella me crió bien… Gracias, mamá”.

“Durante mi infancia en Boyle Heights a mi madre nunca se le cruzó por la mente que algún día iríamos a la Casa Blanca a ver la inauguración presidencial”, dice will.i.am. “Por eso, poderle mostrar eso a mi madre fue algo increíble”.
Will.i.am aprendió la importancia de retribuir gracias al ejemplo de su madre. Si bien ahora su madre vive en el Valle de San Fernando, todavía trabaja como voluntaria cinco días a la semana en el Centro Recreativo del Parque Costello en Boyle Heights, donde se dedica a los niños pequeños desde 1996.
Cain cree que es importante “participar… y volver”. Al mismo tiempo, piensa que los padres también deben “darles a sus hijos la oportunidad de ver el mundo fuera de este vecindario”.
Enrique Legaspi, maestro de Hollenbeck Middle School y amigo de la infancia de will.i.am, es el jefe administrativo de la fundación i.am.angel. Él también vea la conexión de will.i.am con la familia y la comunidad como piezas fundamentales para su éxito.
Mientras muchos muchachos de su edad se unían a pandillas o usaban drogas, will.i.am “batallaba” con la poesía. Legaspi recuerda cuando eran niños y compartían poesía en el Centro de Paz y Justicia de Belmont High School. “Cuando éramos niños, Will era el mejor de los que componían en estilo libre”, dice, “y todos quieren estar cerca del mejor. Es por eso que andábamos juntos”.
Will.i.am se siente motivado a mejorar las oportunidades educativas de Boyle Heights después de ver el documental “Waiting for Superman” (Esperando a Superman), que representaba a la Preparatoria Roosevelt como una fábrica de producir estudiantes que abandonaban los estudios. “Yo sabía que mi vecindario estaba mal, pero no era consciente de que estaba tan mal”, dice.
En la película, le llamó la atención la necesidad de esperar a un personaje ficticio, “Superman”, que pudiese ayudar. En vez, dice, “Todos podemos ser agentes del cambio. Somos todos ‘súper hombres’ y ‘súper mujeres’”.
Para will.i.am, el programa College Track refleja la conexión que tiene con su comunidad y sus esperanzas para los jóvenes del vecindario. “El ‘barrio’ no tiene que ser el ‘barrio’”, dice. Espera “inspirar cambios en la psicología de las personas del vecindario”. Will.i.am dice que los jóvenes son los “lideres que cambiarán el mañana”. Quiere que se “den cuenta de que son parte del equipo”.
En febrero, will.i.am reunió a líderes empresariales, innovadores, organizadores de la comunidad, educadores, científicos y estudiantes de la escuela Roosevelt para su conferencia anual TRANS4M America en Los Angeles. Hace casi una década que will.i.am organiza esta conferencia y un concierto a beneficio para aumentar la conciencia colectiva y los fondos para causas benéficas. Asegura que la conferencia busca “brindar perspectivas inesperadas, ideas más profundas, trabajo y acceso real a gente muy talentosa para que podamos colaborar mejor a fin de transformar nuestro mundo”. “Sin transformación”, agrega, “ya sabemos cuál será el futuro de Boyle Heights”.
El expresidente Bill Clinton, expositor principal invitado, habló sobre los temas que afectan a Boyle Heights y a los vecindarios de bajos ingresos en todo el país. Clinton señaló, que en sus viajes por el mundo, observó que “el talento y la inteligencia están distribuidos uniformemente, y que es un crimen reprimirlos”. El expresidente felicitó a will.i.am y a su fundación en Boyle Heights e hizo énfasis en la importancia de la comunidad. “Si sólo pudiera hacer una cosa”, dijo, “lo que haría es cambiar la forma de pensar de la gente para que comprenda que no podemos alcanzar un sueño personal sin la comunidad”.
Este mismo sentimiento guía a will.i.am y su familia. Will.i.am dice que no retribuir a la comunidad no es una opción sino una obligación. “La comunidad es familia. Se puede tener familia sin lazos de sangre. La comunidad es educación. Aprendemos de nuestro entorno. La comunidad es hermandad”.