Unas cien personas, entre ellas miembros de la comunidad y personas de otros lugares, llenaron el edificio trasero de la sinagoga Breed Street Shul durante su recepción de reapertura que se llevó a cabo el martes de noche.
el evento fue el segundo de este tipo desde que se finalizó la rehabilitación de Breed Street Shul a principios de noviembre. El shul supo ser una sinagoga de mucha actividad y ahora fue transformada en un centro de la comunidad.
La noche comenzó con una breve visita guiada por el amplio santuario y unas palabras de Stephen Sass, presidente de Breed Street Shul Project. Otros oradores fueron miembros de la junta de Shul Project y de la Sociedad Histórica de California.
La Sociedad Histórica de Boyle Heights organizó una exhibición de fotos y ensayos bajo el nombre Boyle Heights Images and Essays 1850-1900, donde se presentaron fotos de la familia Hollenbeck y de Andrew A. Boyle, de quien el vecindario recibe su nombre.
El shul juega un papel importante en la historia de Boyle Heights, señala Anthea Hartig, directora ejecutiva de la Sociedad Histórica de California. “El paso del tiempo, la belleza y la tragedia está todo elegantemente exhibido en este lugar”, afirma Hartig.
Malissa Strong, presidenta de la Sociedad Histórica de Boyle Heights, concuerda y señala que el shul ayuda a contextualizar la historia y le permite a la comunidad conocer acerca de sus orígenes.
Uno de los puntos más destacados de la noche fue el mural ubicado en el edificio trasero que está siendo restaurando. Griswold Conservation Associates dedicó casi cinco meses a restaurar el mural que había sido cubierto con graffiti.
Preservar la cultura, crear historias y acercar a las personas de diferentes grupos étnicos son objetivos importantes que motivaron la rehabilitación del shul.
Aunque Paul VAnn no pertenecía al shul durante su infancia, dice que siente una conexión con la sinagoga. La fe judía es “tan importante como cualquier otra fe; no es más ni menos importante”, señaló Vann. Si las personas vivieran como fueron enseñadas, “el mundo sería un lugar mejor”.
Esté atento a otro artículo sobre la historia y rehabilitación de Breed Street Shul que se publicará a finales de este mes en el próximo número del Pulso de Boyle Heights.