Cada lunes en la mañana, Marisela Orrala va al gimnasio en el Centro Comunitario de Ramona Gardens con la esperanza de encontrar la fórmula con la cual vencer el asma que la ha estado molestando durante años.
Su forma de terapia es la construcción de un altar, una tradición en México que se remonta a las culturas indígenas. Actualmente, los altares son utilizados como lugares de oración y alabanza, reflexión y meditación.
En el altar de Orrala figura una pequeña muñeca que se asemeja a una mujer sobre una cama rodeada de recipientes de plástico de medicinas recetadas.
Estos objetos están dentro de lo que parece ser una celda cerrada con un candado. Fuera de la pequeña cabina hay lindos árboles con flores y pájaros, y un sol.
“Algunas personas aquí lo están dedicando a alguien en sus vidas, pero yo se lo estoy dedicando a mi enfermedad y que odio”, expresó Orrala.
“Tengo asma, entonces dependo de todas estas medicinas que ya no quiero depender de ellas para poder respirar, y entonces va dedicado a eso”, agregó.
La joven madre de una niña se encuentra entre un grupo de mujeres de Ramona Gardens que acuden a los Talleres de construcción de Altares, patrocinados por la Alianza para las Artes Tradicionales de California (ACTA por sus siglas en inglés) y Construyendo Comunidades Saludables Boyle Heights.
Bajo la supervisión de la experta en la construcción de altares, Maestra Ofelia Esparza, las asistentes se concentran en el uso del altar personal como una manera de obtener conciencia y descubrir sobre su poder de sanar y de la multitud de opciones que tienen para la curación.
Además, utilizan el evento para aprender y debatir sobre los recursos disponibles para el cuidado de la salud y la nueva Ley de Salud Asequible.
“Estamos tratando de traer a esta comunidad clases de altares relacionadas a la situación médica enfrentando ahorita a los residentes de Los Angeles”, explicó la coordinadora de ALTA, Citalli Chávez.
“Mientras tomamos las clases, estamos dialogando sobre la situación médica enfrentando a los residentes que no tienen acceso a servicios de salud. Hay gente que desafortunadamente no ha legalizado su estatus en este país y entonces siguen sin cobertura”, añadió.
Durante las sesiones de construcción de altares las estudiantes también comparten conocimientos comunes de recursos para la curación, como medicamentos naturales que han sido utilizados tradicionalmente y transmitidos por las generaciones.
Para María Luisa Guajardo, la curación que espera lograr es emocional. Ella construye un altar en memoria de su hija que murió de cáncer hace 11 años a la edad de 38 años.
Guajardo está forrando una pequeña caja de cartón con papeles de color verde, rozado y naranja y buscando “muchas cositas bonitas” para pegarlas y expresar su dolor.

Nunca había hecho un altar, pero explicó que tan pronto se enteró de los talleres quiso venir y construir uno.
“Voy a ponerle el nombre de ella, la enfermedadde que murió, la falta que me hace y que no la voy a olvidar nunca hasta que me muera”, exclamó la abuela de 67 años.
Mientras, Ofelia Esparza dice que siente que ella es la que está aprendiendo en la medida en que comparte con las asistentes su vasta experiencia en el arte tradicional de construir un altar.
“Ellas me llaman la “Maestra” pero yo les digo ‘ustedes son las maestras, las artesanas ustedes tienen toda la creatividad’”, dice Esparza, de 82 años, quien empezó a hacer altares con su madre cuando era pequeña.
A Esparza le gusta que sus alumnos compartan sus experiencias personales mientras realiza sus santuarios personales.
“Yo aprendo que cada quien tiene su historia y tiene algo que compartir. Es una conexión que me abre la mente y el espíritu, de que hay mucho más de aprender”, añadió.
Los Talleres de Altar se llevan a cabo los lunes de 11 a.m.-1 p.m. en el Centro Comunitario RAC del complejo habitacional Ramona Gardens en la avenida Lancaster.
Para más información pueden contactar a citallichavez.ucla@gmail.com