En estas fiestas, mujeres con tatuajes, tacos altos y lápiz labial rojo se ocuparon del tradicional trabajo de Papá Noel y fueron ellas las que entregaron los regalos a las familias de Boyle Heights.

Un grupo de unas 20 mujeres que pertenecen al grupo Red Rose Mafia, visitaron el sábado los complejos de viviendas Estrada Courts y repartieron juguetes a los niños, mochilas a los adolescentes y platos con pavo a los padres. Si bien los niños quizás esperaban a Papá Noel, las familias recibieron con agrado esta sorpresa.

“Llegaron a mi casa y me preguntaron si quería algunos regalos para mis hijos”¦ fueron muy amables”, dice Laura Estrada, madre de tres niños.

El grupo Red Rose Mafia (RRM) fue fundado por la directora ejecutiva Adela “La Jefa” Crosby hace seis años. El grupo se dedica al trabajo de modelo y a la publicidad en revistas para comercializar su línea de indumentaria, pero también es una organización internacional que promueve el activismo y que busca aumentar la conciencia sobre temas como la violencia doméstica, el cáncer y otras enfermedades.

“Pertenecemos a una organización mundial y retribuimos a nuestras comunidades”¦ interactuamos con nuestras comunidades y somos buenos ejemplos para la nueva generación”, afirmó Crosby con orgullo.

La organización se fundó, señala Crosby, con el fin de llegar a las familias en dificultades, ya que ella proviene de una familia de este tipo. “Fui madre soltera”¦ perdí la tenencia de mi hijo porque trabajaba en tres empleos. Llegué al punto más bajo de mi vida y necesitaba apoyo, por eso comencé a acercarme a las mujeres”¦ formé un pequeño grupo y a partir de eso continuó creciendo”.


La ropa negra bien ceñida, los peinados extravagantes, los piercings y tatuajes pueden causar una mala primera impresión en muchas personas, pero Cybil Suza, de 32 años, que es parte del grupo RRM desde hace aproximadamente un año y trabaja como artista de tatuajes, explicó al Pulso de Boyle Heights el motivo del grupo para tener esa imagen.

“Tenemos chicas que no tienen ningún tatuaje y tenemos otras que están totalmente tatuadas. Algunas personas pueden pensar que eso es un poco alocado, pero creo que justamente es lo que nos ayuda a captar la atención, y luego la gente busca averiguar quiénes somos y qué es lo que hacemos”, señala Suza.

“De eso se trata, de retribuir a la comunidad, ayudar a las personas, apoyar a las familias que necesitan un poco de ayuda. Es eso, si sacamos las sesiones de fotos, los peinados y las cámaras, lo que realmente buscamos es: ayudar a las personas”.

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