Al regreso del trabajo, Víctor Sifuentes recorre todas las noches la manzana donde vive en busca de un lugar para estacionar, pero sin suerte.
Sifuentes, de 45 años, es residente de Boyle Heights de toda la vida y vive en la esquina de las calles Spence y Beswick, a un par de cuadras del lugar donde pasó su infancia.
A las 11 p.m. ambas calles están totalmente ocupadas con autos estacionados en todos los lugares legalmente habilitados, lo que no es un caso inusual en este vecindario.
“Si uno llega después de las ocho de la noche, más le vale darse por vencido”, dijo Sifuentes, supervisor de un almacén. “Trabajo en el turno de la tarde y a la hora que llego a casa todos los lugares para estacionar están ocupados. Antes no pasaba esto”.
Sifuentes se refiere a la década de 1970 y 1980 cuando muchas personas en el vecindario eran propietarios y vivían en sus viviendas. Pero hoy no ocurre lo mismo.
“Hoy suelen vivir dos o tres familias en una misma vivienda y cada familia tiene al menos dos autos”, señaló Sifuentes.
Las observaciones de Sifuentes parecen tener cierta justificación. Según la Corporación de Apoyo a las Iniciativas Locales (LISC), un grupo en defensa de la propiedad local, solo el 11% de los residentes de Boyle Heights es propietario de su hogar, en comparación con el 39% del resto de Los Angeles. Y con más de 16,000 personas por milla cuadrada, es uno de los vecindarios más densamente poblados de la ciudad.
Si bien los datos indican que Boyle Heights cuenta con un índice de 4 a 5 personas por hogar, es difícil determinar cuantos inquilinos se comprimen en viviendas unifamiliares, ya que es posible que una buena cantidad viva en unidades no permitidas. Esto puede generar un exceso de autos en la calle, lo que causa problemas de estacionamiento para los residentes.
Fermín Vega, de 88 años, también ha vivido en el vecindario toda la vida y tiene problemas con la cantidad de personas y automóviles cerca de su hogar.
“Tengo una entrada de garaje, pero algunas personas que viven aquí estacionan donde se les antoja, aunque sean lugares prohibidos”, dice Vega. “Siempre estacionan muy cerca de la entrada de mi garaje, y tengo miedo que algún día voy a chocar contra alguno”.
Vega hace más de 53 años que vive en Boyle Heights y recuerda cuando en el vecindario había estacionamiento para sus residentes. Pero ahora Vega y Sifuentes observan que las personas han convertido sus garajes en habitaciones o simplemente los alquilan.
“Todavía recuerdo cuando una sola familia vivía en una casa. Podría recorrer la calle y decirle uno por uno quién alquila ilegalmente habitaciones, cobertizos o garajes en el vecindario. Es algo muy triste”, dice Vega.
Hay veces que los autos bloquean la entrada de su garaje, dice Vega, por lo que debe subir a la acera o conducir por el césped para entrar a su garaje.
Considera que los propietarios ausentes son los responsables de esta situación.
“Creo que los propietarios de las viviendas del vecindario las tienen solamente para obtener un alquiler, y cuando más ingresos por alquiler reciban, mejor”, señala.
Aunque ya cerca de los 90 años, Vega tiene una memoria admirable y puede nombrar los antiguos propietarios de casi todas las casas de la cuadra, pero eso no lo puede hacer hoy.
“No sé quién vive aquí ahora. Hay autos y gente extraña que se estaciona frente a mi casa a todas horas del día. Ya no sé quienes son mis vecinos”, dice Vega.
A Sifuentes le frustra que la municipalidad no haga nada al respecto.
Dice que la única forma de hacer algo cuando una persona le bloquea la entrada del garaje es denunciarlo a la Autoridad de Tránsito Metropolitana (MTA).
“Llegan y multan al auto o se lo llevan con el guinche, ese no es el problema. El problema es que el propietario del vehículo sabe quién fue el que llamó a MTA y me hago un nuevo enemigo”.
“No necesito ese estrés en mi vida”, dijo Sifuentes.
Vega fue quien probablemente expresó mejor sus frustraciones.
“Creo que piensan que esto es Boyle Heights y a nadie le importa mucho la comunidad como para hacer algo sobre este tema”, dijo Vega.
¿Piensa que Boyle Heights tiene un problema de hacinamiento? ¿Qué piensa que se debería hacer? Comparta sus ideas con nosotros para hacer una nota en más profundidad sobre este tema.
Gus Ugalde es periodista de medios impresos y oriundo de Boyle Heights. Se graduó de la Escuela Preparatoria de los Salesianos y de East Los Angeles College. Su pasión es la escritura y cuenta con más de 500 artículos en varias publicaciones del Sur de California.