Todos los jueves, madres con coches de bebé y hombres, tanto jóvenes como ancianos, revuelven zapatos, uniformes escolares, chaquetas y libros dentro del edificio de color verde ubicado en las calles 4th y Gless de Boyle Heights.
No están de compras en un centro comercial ni en un mercado de pulgas. La ropa usada que eligen con cuidado es proporcionada por A Trabajar, un banco de ropa que abre sus puertas todas las semanas para ofrecer vestimenta gratis a familias necesitadas de Boyle Heights y las inmediaciones.
En un día de suerte, Jairo Pérez, de 22 años, encontró un par de botas, perfectas para su trabajo de mesero. Calcula que habría gastado 75 dólares de haber comprado el mismo par de botas en una tienda.
“Gracias a Dios que encontré lo que necesitaba”, dice Pérez, que supo del centro después de ser despedido el año pasado y de alternar entre vivir en las calles de Boyle Heights y las casas de sus amigos.
Para personas como Pérez, los programas como A Trabajar ayudan a ahorrar dinero en momentos económicos difíciles. Tener ropa nueva también ayuda a aumentar la confianza en sí mismos cuando salen a buscar trabajo, retoman los estudios o prueban algo nuevo, como ser voluntarios.
Como trabajador indocumentado de Perú, Pérez dijo que había estado tentado a consumir drogas y alcohol mientras buscaba trabajo. Necesitaba algo que lo motivara a salir de la calle. Dijo que la información sobre A Trabajar le llegó en el momento justo.
“No tenía mucho dinero y un amigo me dijo que podía encontrar muchas cosas aquí”, dice Pérez. “Como trabajo en restaurantes, necesito cosas como pantalones, camisas de vestir y botas”.
A Trabajar comenzó como un banco de ropa especial organizado varias veces al año por Plaza Community Services, una organización sin fines de lucro que ofrece programas para ayudar a los angelinos que lo necesitan.
Pero estos eventos ocasionales no eran suficientes para atender a tantas personas sin trabajo o sin techo, dice Gabriel Buelna, director ejecutivo de Plaza Community Services.
“Después de los eventos, las personas seguían llamando pidiendo ropa y [seguían preguntando] meses después, ‘ ¿Cuándo va a ser el próximo evento?’”, dice Buelna.
En agosto del año pasado, la organización agregó A Trabajar a sus servicios, junto con cuidado infantil, orientación sobre el abuso de sustancias tóxicas y clases para prevenir la violencia doméstica. Más de 100 personas visitan el centro por semana. Cada uno recibe cinco prendas de ropa, sin tener que contestar ninguna pregunta.
Si bien los índices de desempleo están bajando en Los Angeles, muchos residentes de Boyle Heights todavía tienen dificultades para encontrar trabajo.
La comida y el alquiler son las prioridades
Leticia Jiménez, de 36 años, residente de Boyle Heights, y su esposo, Gerardo Márquez, hace más de dos años que no tienen empleo fijo.
Con cuatro hijos para mantener, la ropa, si bien es una necesidad, con frecuencia tiene baja prioridad en comparación con la comida y el alquiler. La ropa gratis obviamente que ayuda mucho, dice Jiménez.
“No tenemos dinero para lavar la ropa todas las semanas, por lo tanto, necesitamos más mudas para estirar un poco más el dinero”, dice.
Gabriel dice que historias como ésta son frecuentes y fue lo que lo motivó a ayudar a las personas a conseguir empleo y ahorrar dinero.
“No es buena idea que las personas con más necesidades tengan que usar sus recursos para cosas de este tipo (como ropa). El dinero debe usarse para el alquiler. Debe usarse para la comida. Debe usarse para libros”, dice.
Mejora del autoestima
Entre las organizaciones que ofrecen ropa gratis se encuentra Dress for Success (Vestir para el éxito), que ofrece ropa de estilo profesional para mujeres en desventaja, así como programas que las ayudan a mejorar su autoestima.
“Cuando fortalecemos a una mujer, también estamos fortaleciendo a su familia y su comunidad”, dice Reena De Asís, directora de Dress for Success.
Jiménez estuvo de acuerdo con que la ropa que recibe ayuda a mejorar su autoestima. “Realmente me ha ayudado mucho”, dice.
Sin embargo, aunque A Trabajar y Dress for Success ofrecen ropa gratis, sus reglas son diferentes. Dress for Success exige a las potenciales clientas una referencia y una entrevista laboral programada antes de poder obtener ayuda.
En A Trabajar no se necesitan referencias. “No quiero hacer muchas preguntas porque creo que si la gente sabe que no van a molestarlos, son más felices”, explica Buelna.
Pérez, que en su momento fue un cliente, hace cuatro meses que se convirtió en voluntario de A Trabajar. Clasifica la ropa y prepara el evento semanal.
“Me gusta ayudar porque me distraigo y hablo con personas como yo que se encuentran en la misma situación, buscando trabajo. Quiero ayudarlos”, dice Pérez.
A Trabajar
Abre todos los jueves del mediodía a las 4 p.m.
11605 E. 1st Street, Los Angeles, Ca 90033
Para obtener más información, envíe un mensaje de correo electrónico a mrojas@plazacs.org o llame al: (323) 267-9749.
Dress for Success
Opera por cita
1680 N. Vine Street, Suite 900
Los Angeles, CA 90028
Phone: (323) 461-1021