Más de 200 residentes y trabajadores preocupados por esta situación se agolparon el martes por la noche en la Iglesia Católica Resurrección de Boyle Heights para expresar sus opiniones sobre los peligros que plantea la planta de reciclaje de baterías de Vernon.
La muchedumbre se congregó a fin de reunirse con las autoridades de la empresa Exide Technologies y los representantes del Distrito para la Gestión de la Calidad del Aire de la Costa Sur (AQMD) y solicitó que se tomaran medidas conforme a la orden de suspensión de las operaciones de Exide emitida el 24 de abril.
La orden del Departamento para el Control de Sustancias Tóxicas de California (DTSC) citaba a Exide por la fuga constante de metales peligrosos y otras sustancias tóxicas de las cañerías de aguas servidas.
El cierre de la planta tuvo lugar un mes después de que AQMD ordenara a Exide la elaboración de un “plan de reducción de riesgos” luego de un informe que indicaba que su producción emitía altos niveles de arsénico.
Estas emisiones presentan riesgos de cáncer para 110,000 residentes en Boyle Heights, Maywood, Huntington Park, Commerce, Vernon y algunas áreas del Este de Los Angeles, según DTSC.
José Huízar, miembro del Concejo Municipal de Los Angeles, que representa al 14 º distrito e incluye a Boyle Heights, emitió una declaración urgiendo a Exide que cumpliera con las órdenes de AQMD y DTSC.
“Urjo a Exide a instalar la tecnología más avanzada para el control de la contaminación que esté disponible y asegurarle al público que sus antecedentes de contaminación queden para siempre rectificados”, señalaba en su declaración.
La mayoría de los residentes que pidieron la palabra instaron a Exide a mejorar su forma de proceder o cerrar la planta totalmente.
Terry Cano, residente de toda la vida de Boyle Heights hizo una petición muy conmovedora al presidente de Exide, Paul Hirt, para que evitara que sus hijos no sufran el mismo destino que ella.
“Su negligencia me ha matado”, dijo Cano, refiriéndose a los problemas respiratorios que sufre. “Soy una madre sola y ustedes me están alejando de mis hijos”.
Joe Márquez, también residente de Boyle Heights, estuvo de acuerdo con Cano y agregó que la contaminación de Exide también ha afectado negativamente a su familia.
Márquez se crió en Boyle Heights junto con cuatro hermanos y dijo que sólo los hermanos que permanecieron en Boyle Heights tienen problemas respiratorios, mientras que los que se mudaron a otros sitos están “totalmente sanos”.
“Se detuvo a Exide porque nos estaba envenenando. ¿Por qué estamos permitiendo que tipos no se hagan responsables por esto?”, preguntó Márquez.

Teresa Márquez, residente de Boyle Heights hizo una presentación detallada de los antecedentes de emisiones tóxicas de Exide a lo largo de los años y pidió la clausura de la planta. “No sólo nos están haciendo daño, están dañando al mundo, al medio ambiente y a nuestros niños”, dijo.
Pero hubo también aquellos que salieron en defensa de Exide y que anoche dieron a conocer su opinión.
El residente Nicky Vásquez señaló ante la muchedumbre que Exide había actuado muy bien con ella y su padre, quien trabajó en la planta durante 27 años.
“Exide hace un gran trabajo en cuidar de él. Es una empresa responsable que funciona desde 1922”, señaló Vásquez.
Emilio Vignonia, que hace más de 20 años que trabaja para la empresa, dijo que “es un gran lugar para trabajar”.El representante del sindicato United Steelworkers Union, David Campbell, también defendió la reapertura de la planta diciendo que los miembros del sindicato trabajarán en colaboración con Exide y AQMD para atender los problemas de emisiones.
“La comunidad tiene todo el derecho a plantear sus inquietudes sobre las emisiones de contaminantes tóxicos”, dijo Campbell.
Agregó que dos tercios de los empleados de la empresa se encuentran actualmente despedidos, muchos de los cuales tienen más de 20 años de antigüedad, y que el 70% trabaja en las comunidades afectadas.
Huízar también hizo referencia a la pérdida de empleos en la comunidad en la declaración previamente redactada.
“A pesar de la solidaridad que siento por aquellos que no pueden volver a su lugar de trabajo debido al cierre de la planta, los residentes y los trabajadores deben contar con plenas garantías de que las instalaciones han dado todos los pasos razonables para reducir la contaminación y proteger el medio ambiente, los trabajadores y los vecinos”, afirmaba Huízar en su declaración.
Esta es la sexta de siete reuniones que se celebraron en la comunidad en las que se contó con la participación de AQMD y Exide en las comunidades afectadas, en cumplimiento con el Proyecto de Ley de la Asamblea Legislativa 2588, conocido como el programa para el control de lugares tóxicos.
Este proyecto de ley exige a las compañías que emiten contaminantes tóxicos en el aire que analicen los posibles riesgos a la salud y elaboren informes regularmente sobre los resultados encontrados para divulgar en las comunidades afectadas.
La reunión del martes contó con más asistencia que las demás reuniones comunitarias anteriores, un hecho confirmado por las autoridades de AQMD, que pidieron disculpas a todos los presentes por la falta de sitio para tantas personas.