Por parter del program Public Allies, Lucy Herrera forma parte del equipo de Legacy LA. Photo de Antonio Mejias-Rentas.
Por parter del program Public Allies, Lucy Herrera forma parte del equipo de Legacy LA. Photo de Antonio Mejias-Rentas.

Lucy Herrera recuerda tener que describir Ramona Gardens para sus compañeros estudiantes en UC Riverside.

“Era difícil explicarles lo que fue crecer en los ‘proyectos’”, dice. “La gente tiene la percepción de que todo el que crece en los proyectos está relacionado a pandillas o a drogas. [A pesar de] esa imagen negativa, sigue siendo una comunidad, conoces a todo el mundo”.

A sus 22 años ya graduada de la universidad, Herrera ha cumplido la promesa que se hizo a sí misma, de regresar a Ramona Gardens y trabajar para la comunidad que la vio nacer. Y lo está haciendo en la organización no gubernamental Legacy LA, la misma donde primero reconoció su potencial de liderazgo, cuando era una estudiante de secundaria de 16 años.

Gracias a una beca con fondos de otra ong, Public Allies, Herrera está ahora al frente del mismo programa de liderazgo juvenil donde comenzó, como adolescente, a reconsiderar los problemas sociales que manchaban su comunidad.

Herrera recuerda vivir sus años de adolescencia bajo una presencia policiaca extrema. “Podía estar caminando por la calle con mi hermanito y la policía nos molestaba sin razón”, explica.   “Solo por caminar por la calle, por vestirnos de cierta manera”.

Foto de Antonio Mejias-Rentas.
Foto de Antonio Mejias-Rentas.

Dice que resistió la presión de sus amigos de unirse a una pandilla y decidió quedarse en la secundaria e involucrarse con un grupo que ofrecía programas para educar y dar poder a la juventud de Ramona Gardens.

“Mi sueño es que algún día ella sea la directora de Legacy”, dijo la fundadora y directora del grupo, Lou Calanche, que añade que Herrera fue la primera entre sus compañeros en entender la necesidad de que se haga justicia social en su comunidad. “Ella lo entiende”.

Ser parte del primer grupo de liderazgo juvenil de Legacy LA, cuenta Herrera, fue una experiencia transformadora. “Me identifiqué como líder. Sabía que me importaban los problemas de mi comunidad y sabía que quería educarme e ir a la universidad”.

Al principio, Herrera solo esperaba ir a East Los Angeles College o, con suerte, a Cal State LA, pero un lema que escuchó en Legacy la inspiró: “Sueña en grande, las posibilidades son infinitas”. Comenzó a solicitar admisión a escuelas fuera del estado o del sistema UC, y fue un shock para ella descubrir que era aceptada. Optó por el campus de Riverside, a donde fue al salir de la Lincoln High School en 2010, porque así podía estar cerca de su mamá y sus dos hermanos menores.

Ir a la universidad en otra ciudad no solo le abrió los ojos a nuevas posibilidades, sino que reafirmó su deseo de volver a Ramona Gardens y ayudar a otros conseguir una educación superior.

“Yo sé que hay muchos otros chicos en Ramona Gardens que son como yo, así es que quería abogar por ellos y demostrarles que la universidad es algo que pueden alcanzar”.

Con un título universitario en ciencias políticas y prelegal, Herrera dice que quiere esperar unos pocos años antes de estudiar leyes, mientras trabaja con Legacy para traer cambios a su comunidad amada. Una forma de hacerlo es a través del club colegial, que le ofrece ayuda a los jóvenes de Ramona Gardens con el proceso de admisión.

Su consejo principal: “Nunca olvides de donde vienes. Aunque tengas éxito en la vida, siempre regresa y ayuda a los demás”.

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