La pasión de Axel Magaña por tener una empresa propia comenzó en el sexto grado.
A los 12 años, ya diseñaba los folletos y volantes para los eventos deportivos de la Escuela Preparatoria Salesiana.
Siendo estudiante del 9 º grado de la Escuela Preparatoria Theodore Roosevelt, se le ocurrió la idea de tener su propia línea de indumentaria.
Hoy, a los 21 años, Magaña espera estar en camino para lograr que su sueño se convierta en realidad al lanzar su empresa de ropa, Golden Age Inc., en Boyle Heights. Si bien le queda mucho camino por recorrer con su empresa, está dando todos los pasos necesarios para lograr sus objetivos.
Magaña representa a una nueva generación de jóvenes empresarios que han encontrado maneras alternativas de alcanzar sus sueños. Si bien él y sus socios no están ganando mucho dinero, han logrado repartir su tiempo entre la empresa de ropa y sus empleos diarios, todo por su amor a la moda y al arte.
“No se trata sólo de hacer dinero… se trata también de ser creativo”, dice Magaña.
Los fundadores de Golden Age se conocieron en la preparatoria; eran cuatro amigos cercanos conocidos como los “chicos lindos” por vestir siempre a la moda. Su pasión ha sido el gran estímulo para lanzar Golden Age.
Magaña describe a Golden Age como un grupo de jóvenes fotógrafos, diseñadores, modelos, y mucho más. Juntos se motivan mutuamente a fin de convertirse en emprendedores con éxito, dice.
“Soy el fundador principal, pero no me gusta decirlo”, señala Magaña. “Me gusta ser el director creativo”.
Todos los socios en la línea de indumentaria invirtieron dinero en la empresa, pero Magaña dice que él fue quien invirtió más tiempo y dinero. Aunque no dio detalles sobre sus inversiones ni ganancias, ya que como dice, su empresa se encuentra recién empezando.
La línea de ropa de Golden Age es muy actual y a la moda, y está dirigida a personas entre 16 y 30 años. Toda la ropa se diseña y se crea teniendo en cuenta muchos detalles. El logotipo de Golden Age va bordado en cada pieza, incluyendo los gorros, suéteres, chaquetas y camisas. Las camisetas cuestan entre 20 y 25 dólares, los suéteres entre 30 y 40 dólares, las chaquetas entre 50 y 80 dólares, y otros accesorios como gorros y sombreros cuestan entre 15 y 30 dólares.
Golden Age es un negocio no convencional, que en la actualidad vende su vestimenta en una barbería del vecindario.
Gonzalo Acosta, propietario de OBSRV Barber Specialists en Huntington Park, se asoció con Magaña para vender la línea de indumentaria de Golden Age en su barbería y dijo que hasta el momento las cuentas no han dado pérdidas y se mantienen en equilibrio.
Como recién están comenzando a trabajar en la empresa, el sistema de empaque no se realiza formalmente en un lugar. Los pedidos se empacan en la barbería o en la casa de Magaña. “Todos tomamos los pedidos y vemos la cantidad que tenemos, controlamos el inventario, cancelamos [las órdenes] lo que no tenemos”, dice Acosta.
La mayoría de las ventas se realizan en Internet, afirman los socios. El grupo usaba Big Cartel, un servicio que asiste a los artistas brindándoles una tienda en Internet que puede personalizarse. Pero los socios señalan que están renovando su sitio web, goldenageco.com. Por ahora no han tenido ventas a través del sitio web ya que estuvo sin funcionar.
La mayoría de los fundadores tienen empleos a tiempo completo y trabajan en la línea de ropa en su tiempo libre. En la actualidad, Magaña tiene un empleo a tiempo completo en un consultorio médico donde diseña y colabora con las estrategias de marketing. También ha tomado algunas clases de diseño gráfico en el Instituto de Arte de California en Santa Mónica para ampliar sus conocimientos y habilidades.
“La gente va y viene… pero lo entiendo, todo el mundo tiene su vida”, explica Magaña.
El grupo ha elaborado estrategias de marketing y promoción para ayudar a difundir la línea de ropa entre la gente. Ricardo Tlapanco, encargado de marketing en medios sociales y amigo de la infancia de Magaña, dice que siempre recuerda a Magaña con algún proyecto entre manos.
“Axel trabajó para llegar… Nuestros padres nos daban lo normal y nosotros queríamos cosas de marcas, por eso, Axel trabajó para obtener cosas mejores”, dice Tlapanco.
Daniel Magaña, hermano de Axel, también recuerda el sentido empresarial de su hermano mayor.
“Cuando queríamos tarjetas nuevas de ‘Yu-gi-oh’, las vendíamos por un poco más de lo que las habíamos comprado”, dice Daniel. (Las tarjetas ‘Yu-gi-oh’ son como las tarjetas deportivas coleccionables que se solían cambiar y hacer competencias).
Como Golden Age fue fundada por jóvenes emprendedores, todavía están aprendiendo sobre cómo alcanzar sus objetivos y esperan hacer crecer el negocio, dice Magaña.
Reconoce que recién están dando los primeros pasos. “Todos nos caemos, pero lo que no quiero es tener una caída muy grande”, dice. “En cuanto a mi carrera, todavía no sé lo que será, pero lo que sí sé es que se tratará de algo empresarial”.