Los intentos del alcalde Antonio Villaraigosa por mejorar el desempeño académico en las escuelas con bajo rendimiento escolar han generado muchos cambios e incluso polémica en la Escuela Preparatoria Theodore Roosevelt, que ha sido transformada por una organización educativa sin fines de lucro que cuenta con el respaldo del alcalde.
En el año 2007 se fundó Partnership for Los Angeles Schools (Alianza para las escuelas de Los Angeles, PLAS), un proyecto del Distrito Escolar Unificado de Los Angeles (LAUSD) y la Municipalidad de Los Angeles a fin de mejorar los resultados en las pruebas, disminuir el índice de abandono escolar y aumentar la tasa de graduación en 10 escuelas de bajo rendimiento académico en Los Angeles. El proyecto PLAS hoy administra 22 escuelas, siete de ellas dentro de una escuela de la preparatoria Roosevelt. PLAS también administra las escuelas secundarias Hollenbeck y Stevenson y Felicitas y el Centro de Aprendizaje Gonzalo Méndez, una preparatoria, todas ubicadas en Boyle Heights.
Cuando PLAS se hizo cargo de la administración de la preparatoria Roosevelt en el 2007, la escuela ya estaba formada por 12 pequeñas comunidades de aprendizaje y seguía un ciclo escolar continuo como forma de aliviar el hacinamiento. En el año 2010, la escuela se dividió en siete entidades educativas diferentes, cada uno con su propio objetivo académico, desde las ciencias y la política a las matemáticas y la tecnología, convirtiéndola en un caso único en el distrito.
Bajo el nombre de la Escuela Preparatoria Roosevelt se aglutinan las siete escuelas. En total, la preparatoria Roosevelt tuvo unos 4,600 estudiantes en el año escolar 2008-2009, pero la población escolar cayó a 3,045 estudiantes en el año escolar actual debido a la inauguración de las preparatorias Méndez y Esteban E. Torres que también se encuentran en la zona.
Durante años, antes de las reformas del proyecto PLAS, la preparatoria Roosevelt tenía fama de ser una escuela de bajo desempeño escolar. Antes de implementarse PLAS, solamente el 40% de los alumnos de Roosevelt lograban graduarse en cuatro años. El puntaje en el Ãndice de Desempeño Académico (API) era de 551, una cifra muy inferior al objetivo de 800 establecido para todo el estado.
En el año 2007, la mayoría del cuerpo docente, del personal escolar y de los padres de la Escuela Preparatoria Roosevelt aprobó mediante una votación organizada por el distrito escolar el plan de Villaraigosa sobre el proyecto PLAS, con el objetivo de que este programa gestionara la preparatoria Roosevelt. Los objetivos de PLAS incluyen mejorar el desempeño académico en inglés/lenguaje y matemáticas, aumentar los puntajes API, disminuir el índice de abandono escolar y mejorar la asistencia.
Luego de tres años de gestión, existen opiniones encontradas sobre los cambios impuestos por el proyecto PLAS.
Hubo algunas mejoras académicas considerables. PLAS informa que los puntajes API de las escuelas de Roosevelt han mejorado, y los puntajes en cada escuela ahora se sitúan entre 527 y 724. Esta mejora académica también se aplica al puntaje de la Prueba basada en las Normas Académicas de California (CST). Asimismo, en tres años el índice de aprobación de la prueba de egreso de California, entre los estudiantes que dan la prueba por primera vez, también registró un aumento de 7 puntos porcentuales, alcanzando el 58%.
Y algunos estudiantes sienten mucho entusiasmo y dicen que un sistema escolar pequeño les permite recibir instrucción más personalizada.

Problemas de identidad
Pero otros alumnos, alrededor de un tercio de los 38 estudiantes que contestó una reciente encuesta realizada por Pulso de Boyle Heights en Facebook, señaló que no está conforme con el sistema escolar pequeño. Algunos alumnos incluso cuestionan si la identidad de Roosevelt como una sola escuela puede sobrevivir el fraccionamiento en siete escuelas pequeñas.
“Se genera una competencia superflua”, dijo un estudiante en la encuesta realizada en Facebook. “Se ha dividido lo que antes estaba unido”, señaló otro estudiante.
Si bien la idea de una escuela pequeña suena en teoría como algo ideal, muchos profesores están desconformes con su ejecución. En una votación organizada por el sindicato en el año 2009, más del 90 % de los docentes de la preparatoria Roosevelt no le dio un voto de confianza al proyecto PLAS.
Hoy día, varios padres están intentando eliminar el proyecto PLAS porque consideran que ha sido más destructivo que útil.
Problemas con el horario escolar
Carlos Ãlvarez, estudiante del 12 º grado de la Escuela de Comunicaciones, Medios de Noticias y Tecnología cree que las reformas escolares no lo han ayudado a alcanzar sus metas académicas. No pudo tomar todas las clases que quería este año debido a problemas con el horario, por los cuales Ãlvarez responsabiliza al sistema escolar pequeño.
Además, tomar clases en otra escuela se ha vuelto cada vez más difícil ya que no todas las escuelas tienen el mismo horario escolar. Tres escuelas tienen un horario de 6 períodos, otras tres escuelas siguen un horario de 8 períodos y una escuela se encuentra fuera del recinto escolar.
Si bien las clases que no pudo tomar no eran obligatorias, Ãlvarez dijo que le habrían dado un perfil más competitivo para su solicitud a la universidad. “Quería plantearme un desafío porque mi deseo es destacarme académicamente y graduarme”, dijo.
Ãlvarez no es el único. Patrick Sinclair, director de comunicaciones y asuntos externos del proyecto PLAS, celebró el verano pasado varias sesiones para escuchar y entrevistarse con los estudiantes, padres y profesores. Una de las principales inquietudes planteadas, dijo Sinclair, era la falta de disponibilidad de clases debido a las diferencias de horarios entre las escuelas. Otros estudiantes se quejaron de que los problemas de horario les impedían participar en las actividades extracurriculares y deportivas ofrecidas para toda la preparatoria Roosevelt.
Sergio Ramos, jugador de fútbol americano y estudiante de la Academia Magnet de Matemáticas, Ciencias y Tecnología, señaló que los estudiantes salen de su último período de clases en horarios diferentes, lo que les impide a los entrenadores fijar las prácticas.
“Al principio, los estudiantes de un horario no podían llegar a la práctica antes del partido, y los entrenadores estaban preocupados porque algunos eran jugadores clave”, señaló Ramos. Los profesores han encontrado formas de lidiar con los problemas de horario, pero dicen que ha sido difícil hacer ajustes y que siguen habiendo problemas.
Las autoridades de PLAS señalan que bajo el sistema escolar pequeño, cada escuela tiene la autoridad de establecer su propio horario escolar. Según Sinclair, todo lo que el proyecto PLAS puede hacer es recomendarles a las escuelas que elijan un horario escolar común, lo que muchos estudiantes consideran es la solución.
“Hubo mucha discusión sobre las ramificaciones al respecto”, señaló Sinclair, “pero como la teoría de las escuelas pequeñas deposita todo el poder en cada escuela, y todas las escuelas de Los Angeles votan para establecer el horario que desean, ese es el motivo por el cual nos encontramos en esta situación”.

Quejas sobre la comunicación
Si bien el proyecto PLAS no controla el horario escolar establecido en cada escuela, es responsable de los demás aspectos que generan polémica en el sistema escolar pequeño. Algunos profesores han manifestado su frustración por la falta de tecnología que prometió PLAS, entre lo que figura una computadora portátil para cada profesor. También criticaron el tipo de comunicación, argumentando que las autoridades del proyecto PLAS no habían establecido claramente sus planes para la escuela.
Irene Arreola, madre y exalumna de la preparatoria Roosevelt, señaló que faltó información sobre el proyecto PLAS cuando este comenzó a administrar la escuela Roosevelt. Dijo que se hicieron demasiados cambios y con mucha rapidez, lo que confundió a los padres. Ahora como representante remunerada de la comunidad para la escuela, su trabajo es informar a los demás padres acerca de los nuevos programas y las formas de participar en la educación de sus hijos.
“Es muy importante que los padres conozcan el desempeño de sus hijos”, dijo Arreola. “Muchos padres están satisfechos con los cambios, pero otros tantos no lo están. No se puede resolver nada, si la gente no participa”.
Marshall Tuck, director ejecutivo del proyecto PLAS, admite que la ejecución de este programa ha tenido sus fallas, pero señala que PLAS ha propuesto nuevas formas para lograr la participación de los directores, los presidentes de sedes y los estudiantes en el proceso de toma de decisiones. Tuck y otros representantes del proyecto PLAS visitan la escuela una vez a la semana, y 5 de las 7 escuelas pequeñas ya recibieron las computadoras portátiles o iPads prometidos para cada profesor. PLAS también incluyó carritos para las computadoras portátiles/iPads en cada escuela para su uso en los programas de aprendizaje combinado.
Como el resto de LAUSD, la preparatoria Roosevelt ha sufrido importantes recortes presupuestarios en los últimos años, causando despidos de docentes y recortes en los servicios. Tuck señaló que la disminución en la financiación desde el primer año de implementarse el proyecto PLAS ha afectado sus planes. Estos recortes también generaron resentimiento contra PLAS, incluso cuando los cambios establecidos estaban fuera del control del programa.
“Realmente nos afecta mucho cuando se trata de auxiliares escolares o de personal de limpieza”, dijo Tuck. “Tenemos la mitad de la cantidad de personas que solíamos tener, y esperamos que hagan el mismo tipo de trabajo. Es muy difícil”.
Los cambios llevan tiempo
Ben Gertner, director de la Escuela de Comunicaciones, Medios de Noticias y Tecnología, concuerda con que los recortes presupuestarios además de los grandes cambios implementados han tenido como resultado una transición difícil para todos. Para que funcione un nuevo programa educativo, la escuela necesita tiempo para adaptarse, dijo. “No es algo que tiene resultados inmediatos. Es un gran cambio”.
Gertner afirmó que el nuevo sistema está diseñado para hacer énfasis en los estudiantes con dificultades académicas, a fin de brindarles una atención más personalizada y más oportunidades de interactuar con sus profesores.
Sabrina Díaz dijo que está funcionando. “Al ser escuelas pequeñas, tenemos más tiempo personalizado con los profesores”, dijo la estudiante del 9 º grado. “También tenemos más oportunidades de comunicarnos con los mismos profesores y estudiantes. Los profesores dentro de la escuela pequeña incluso trabajan juntos”.
El distrito escolar revisará el año próximo la gestión de la preparatoria Roosevelt a cargo de PLAS. Mientras tanto, señaló Arreola, si los profesores, los administradores y los padres continúan motivando a los estudiantes, pueden lograr que funcionen las reformas escolares.
Si bien Arreola comprende porqué algunas personas no están conformes con los cambios, dijo que la historia y el orgullo de la preparatoria Roosevelt debe permanecer. “Roosevelt sigue siendo Roosevelt, aunque haya siete escuelas. [El orgullo] lo llevamos dentro”.