Por Mauricio Islas
Eloísa Venable creció en una familia de circo proveniente de Sonora, México, y viajó extensamente por toda América Latina, aunque a los 20 años su vida cambió drásticamente cuando debió mudarse a Estados Unidos.
Hoy esta residente de 72 años de Linda Vista Senior Apartments –un predio ubicado junto al antiguo Hospital Linda Vista de Boyle Heights– sostiene que el lugar donde ha vivido durante los últimos siete años es el mejor que ha tenido en su vida. En su opinión, es equivocado decir que Boyle Heights es un “lugar horrible” porque ella nunca se sintió amenazada.
En esta entrevista, Venades señaló que se sentía muy cómoda en Boyle Heights porque hay muchos restaurantes mexicanos y también se encuentra el Parque Hollenbeck tan solo cruzando la calle. También encuentra muchas semejanzas con México debido a la cantidad de gente hispana que vive en la zona de Boyle Heights.
Esta entrevista de marzo fue corregida y revisada para lograr tanto la longitud como la claridad adecuadas.
Pulso de Boyle Heights: ¿Cómo fue su infancia en Sonora? ¿Qué es lo que más le gustaba hacer en su tiempo libre?
Eloísa Venable: Vengo de una familia de circo, por lo tanto, solíamos viajar por todo México y dar presentaciones, eso es lo que hacíamos.
PBH: ¿El circo Atayde Hermanos?
EV: Atayde and Unión.
PBH: ¿Cuál era su papel en el circo? ¿Tenía un acto especial?
EV: Mi acto se relacionaba con el trabajo con los animales, como los elefantes, los tigres, los caballos… eso era lo que hacía. Cuando uno nace en un circo, hay que hacer de todo, aprender de todo, porque nunca se sabe lo que se pueda necesitar, por ejemplo, si alguien se lastima o pasa algo, hay que encargarse de eso. Así que aprendí a hacer de todo un poco en el circo: trapecio, trampolín, caballos, animales… lo que fuera, lo hacía.
“[Mudarme a los EE. UU.] cambió mi vida por completo, pero no me importaba porque mi misión era salvar a mi hijo, así que realmente no me importa lo que dejé atrás, así que me concentro en mi hijo.”
PBH: Me dijeron que se mudó a este país porque su segundo hijo estaba enfermo, ¿es así?
EV: Sí. Estábamos viajando con el circo, nos encontrábamos en América del Sur. Mi hijo nació en Panamá pero estaba enfermo, entonces me quedé con él allí durante unos tres meses y luego regresé a México para que lo examinaran en el hospital infantil. Me dijeron que no había esperanzas para él. Por ese motivo, me vine a este país a salvar a mi hijo.
PBH: ¿Y cómo están sus hijos ahora? ¿Están bien?
EV: Sí, están bien. Mi hijo cumplirá 46 años el 27 de mayo. Y mi hija tiene 53 años. Tengo dos nietos.
PBH: ¿De qué manera diría que su mudanza de México a Estados Unidos afectó o cambió su vida?
EV: Bueno, cambió mi vida completamente, pero no me importó porque mi misión era salvar a mi hijo. No me preocupé por lo que dejaba atrás, solo me concentré en mi hijo. En el caso de mi hija, se quedó en México con mi madre y después de dos años pude ir por ella. Cuando mi hijo empezó a estar mejor, me fui a buscarla.
“Me encanta Boyle Heights. He estado viviendo por todas partes en Los Ángeles, pero por primera vez en mi vida me siento seguro. Y es increíble, porque todo el mundo habla mal de aquí.”
PBH: Me dicen que también fue cuidadora de personas ancianas, ¿es así?
EV: Sí, me dediqué a eso durante 35 años. Trabajé para una agencia durante tres años y luego por mi cuenta. También cuidé de mi madre y después de mi esposo. Ellos también estuvieron enfermos.
Nunca vivió en Boyle Heights antes de mudarse a Linda Vista Apartments, ¿verdad? ¿Aunque dice que es el mejor lugar donde ha vivido?
EV: Hace siete años que vivo aquí. Me encanta Boyle Heights. Viví en muchas partes de Los Ángeles, pero me siento segura aquí por primera vez en mi vida. Es increíble porque todo el mundo habla de lo terrible que es esta zona. Cruzando la calle tengo un parque enorme, el Parque Hollenbeck, con mucha gente, muchas personas sin hogar, todo tipo de individuos, pero nunca tuve problemas con nadie.
“Aquí mismo sabes que todo el mundo habla español. Vas a la tienda y hay mucha gente española y supongo que por eso [me gusta].”
PBH: ¿Con qué frecuencia visita el Parque Hollenbeck?
EV: Bueno, durante la pandemia he ido muy poco. Desde que comenzó la pandemia me he quedado en casa porque uno nunca sabe. Antes solía ir a caminar o correr al parque, también iba a darles de comer a los patos, daba un paseo o hacía ejercicio
PBH: ¿Por qué cree que le gusta tanto Boyle Heights? ¿Es porque le recuerda a México?
EV: Sí, porque aquí todo el mundo habla español. Uno va a una tienda y hay mucha gente hispana. Cuando vivía en Downey, allí solo vivían personas angloparlantes. Lo mismo sucedía en Bellflower y Lakewood, pero aquí hay mucha gente hispana en todas partes.
PBH: ¿Le han dicho que algunas personas creen que el hospital de Linda Vista está embrujado?
EV: Sí, claro. Oímos todo tipo de historias sobre eso. De hecho, muchas personas se fueron de esta zona porque decían que habían oído cosas raras, que se movían objetos en la casa, que se caían platos al suerlo, muchas cosas… pero a mí nunca me dio miedo.
PBH: Usted habla inglés muy bien, ¿lo aprendió aquí o ya hablaba inglés cuando vivía en México?
EV: Cuando trabajaba en el circo solíamos visitar localidades en las fronteras y así aprendí mucho… Nunca fui a la escuela, en México tampoco. Aprendí a leer y escribir con mi madre que nos enseñó, pero nunca pude ir a la escuela.

PBH: Creo que con eso concluye nuestra entrevista. Muchas gracias por el tiempo.
EV: Muchas gracias, espero poder ayudar.
This is an abridged version of an interview recorded as part of “Voices/Voces,” a storytelling project that aims to connect youth reporters with Boyle Heights and East LA elders. Voices/Voces was a 2020 finalist in (and partially funded by) the LA2050 Grants Challenge. It is also partially funded by the Snap Foundation.