Los estudiantes de color que asisten a la escuela media y preparatoria tienen mayor probabilidad de ser suspendidos que sus compañeros blancos, según informes recientemente publicados. La situación actual, denominada “crisis” por la Asociación Nacional de Juntas Escolares (NSBA) ha exhortado la reforma de las prácticas vigentes en relación con la aplicación de suspensiones. Un nuevo informe de UCLA indica que desde 1972 a 2010, el índice de suspensiones de estudiantes afroamericanos creció de 11.8% a 24.3%, mientras que el índice de suspensiones de estudiantes blancos aumentó de 6% a 7.1%. Durante el mismo período, el índice de suspensiones de estudiantes latinos subió de 6.1% a 12%.
Durante el año escolar 2009-2010, se estima que más de dos millones de estudiantes, o 1 en 9 estudiantes fue suspendido al menos una vez durante ese año escolar en EE. UU.
El informe, divulgado por Civil Rights Project (CRP), desglosa los datos recolectados de más de 26,000 estudiantes de las escuelas medias y preparatorias en todo el país. Dicho informe señala que cuando se suspende a un estudiante del 9 º grado, aunque sea una vez, el índice de deserción escolar casi se duplica en comparación con los estudiantes que nunca fueron suspendidos.
Además, la semana pasada el Departamento de Educación de California divulgó datos sobre la disciplina escolar en los que figuran 709,596 suspensiones escolares durante el año escolar 2011-2012.
Como consecuencia de estos resultados, NSAB divulgó recientemente una nueva política urgiendo a los miembros de las juntas escolares a reducir, o en lo posible a eliminar, las suspensiones fuera de la escuela.
Mónica García, presidente de la Junta del Distrito Escolar Unificado de Los Angeles, manifestó su apoyo a las nuevas normas de la política de NSAB y este mes participó de una manifestación a favor de la reforma de la disciplina escolar en el Sur de Los Angeles.
García y Liberty Hill Foundation, junto con varias organizaciones comunitarias de Los Angeles organizaron esta manifestación para obtener el apoyo para la aprobación de la Carta de Derechos del Entorno Escolar.
El evento contó con cientos de líderes de programas para jóvenes y la comunidad, además de autoridades electas, que dieron su apoyo a la aprobación de la resolución de la junta escolar. Todos esperan que dicha resolución establezca criterios para atender la disciplina escolar, basados en el sentido común.
El coordinador de eventos Lester García, afirmó en una declaración de prensa que la “Aprobación de la Carta de Derechos del Entorno Escolar” es otro paso clave para continuar transformando las medidas disciplinarias que no dejan avanzar a los jóvenes”.
Estas medidas de aplicación en toda la ciudad esperan eliminar los métodos disciplinarios ineficaces como la política de “tolerancia cero”, que pueden mantener a jóvenes talentosos fuera del sistema escolar mediante la suspensión y la expulsión.
Si bien la política de “tolerancia cero” existe en EE. UU. desde la década de 1960, ésta tuvo una mayor difusión en 1994 cuando el Congreso exigió a los estados que expulsaran por un año a los estudiantes que portaran armas de fuego a la escuela.
Muchos estados ampliaron el uso de estas políticas, y la gravedad del castigo, para incluir infracciones menores como llegadas tarde y mala conducta en clase.
En 2007, el Distrito Escolar Unificado de Los Angeles comenzó a atender el uso excesivo de las suspensiones escolares e implementó una política de Apoyo a la Conducta Positiva, que hace énfasis en medidas alternativas a la suspensión para lidiar con los estudiantes con problemas de conducta.
“Las medidas de intervención positivas crean una situación beneficiosa para los estudiantes y las escuelas. Atienden las necesidades de los estudiantes, crean un entorno seguro para el aprendizaje y conllevan a índices de graduación más altos”, señaló García en un comunicado de prensa.
En la Escuela Preparatoria Theodore Roosevelt de Boyle Heights, la política de LAUSD y las conclusiones de los informes son de extrema importancia para los estudiantes, plantel docente y los padres debido a la gran cantidad de estudiantes pertenecientes a minorías inscriptos en la escuela.
Ben Gertner, director de la Escuela de Comunicaciones, Nuevos Medios y Tecnología de la Preparatoria Roosevelt, afirma que las conclusiones de los informes son muy significativas.
“No creo que la suspensión deba ser la primera opción para disciplinar a los estudiantes. Los expulsa del sistema escolar”, dice Gertner.
Gertner afirma que si bien retirar a un estudiante durante un día puede ayudar provisoriamente a la clase, no ayuda al estudiante suspendido, que a menudo vuelve al hogar donde no recibe supervisión de los adultos.
Muchas veces se suspende a los estudiantes por infracciones menores, dice Gertner, como infracciones al código de vestimenta escolar, llegadas tarde o conductas molestas en clase. En estos casos, Gertner señala que hay otras formas de disciplina, más allá de la suspensión.
“En vez de enviar al estudiante al hogar, hacemos que permanezca en la dirección haciendo sus tareas. Lo ayudamos a asumir responsabilidad por sus actos”, dice.
“Nuestro índice de suspensión pasó de 10% hace tres años a 6% y luego a 2% en la preparatoria Roosevelt. Realmente el índice ha bajado notoriamente”, dijo Gertner.
Según el informe de CRP, los métodos alternativos para lidiar con los estudiantes pueden mejorar el índice de graduación y los puntajes en las pruebas de desempeño académico, dándoles a los estudiantes la oportunidad de un futuro mejor.
El grupo con el índice más alto de suspensiones, según el informe de CRP, fue el de los estudiantes varones afroamericanos con discapacidades, donde el 36% fue suspendido al menos una vez durante el año escolar 2009-2010.
A nivel nacional, los estudiantes afroamericanos tuvieron un índice de suspensión del 17%, los indígenas americanos 8%, los latinos 7%, los blancos 5% y los asiáticos 2%.
El año pasado también hubo protestas semejantes contra las prácticas disciplinarias de LAUSD, cuando cientos de estudiantes de todo Los Angeles se reunieron en la municipalidad para hablar contra los operativos por ausentismo escolar, arrestos, detenciones y multas.
Rosa Solache, ex periodista joven del Pulso de Boyle Heights, que cursa actualmente el 12 º grado en la preparatoria Roosevelt, fue una de las estudiantes arrestadas y multadas por llegar tarde a la escuela, según la política de “tolerancia cero”.
El incidente ocurrido en 2009 causó dificultades económicas para Solache y su familia, además de avergonzarla frente a sus amigos y compañeros de clase.
“El autobús no paró porque iba demasiado lleno. Otras personas en la escuela me vieron subir al patrullero de la policía, y me sentí como una delincuente”, dice Solache.
García dijo que estos son justamente los tipos de incidentes que la Carta de Derechos del Entorno Escolar intenta evitar.
En este momento, la Asamblea Legislativa está considerando tres proyectos de ley (SB 1235, AB 2145 y AB 2242) que buscan atender los problemas de disciplina escolar, los que incluirán informes de cambios a los procedimientos para la suspensión.