Los jóvenes inmigrantes indocumentados, o “soñadores” como se les llama, han estado a la vanguardia para promover la defensa hacia un camino para la ciudadanía. El programa Acción Diferida, anunciado por la administración Obama en el mes de junio, les permitirá a muchos de estos jóvenes obtener una condición legal provisoria y permisos de trabajo. Si bien algunos críticos consideran que este programa es una “amnistía encubierta”, para muchas personas de Boyle Heights y de toda la nación representa una oportunidad para tener un futuro en este país. De vez en cuando, BoyleHeightsBeat.com publicará una compilación de historias de inmigrantes que hayan sido escritas por “soñadores”, otras personas indocumentadas y todos aquellos que deseen compartir sus experiencias como inmigrantes. La identidad de algunos de estos autores se mantendrá anónima.
Todavía recuerdo cuando a los cuatro años de edad crucé la frontera desde México a los Estados Unidos. Lo que no recuerdo durante mi infancia fue sufrir la discriminación, el rechazo y la humillación por no haber nacido del “lado gringo”.
No fue hasta mi último año en la preparatoria cuando me enfrenté a la cruel realidad de las limitaciones que tenía debido a mi condición como persona indocumentada. Cuando llegó el momento de solicitar admisión a la universidad, no pude presentar los formularios para solicitar ayuda financiera como muchos de mis amigos. Y como los ingresos de mis padres no eran suficientes para pagar mi matrícula, tuve que dedicar mucho tiempo y energía a buscar becas.
Pero incluso con las becas tuve dificultades. Muchas becas exigen que los estudiantes sean ciudadanos de EE. UU., algo que no soy. A pesar de esto, seguí trabajando para obtener becas adecuadas para estudiantes AB540, como yo, y con la ayuda de organizaciones, maestros, consejeros, mis padres y mi comunidad, estaré asistiendo a California State University en el otoño, con los gastos de la matrícula cubiertos.
Al comenzar a participar cada vez más activamente en el movimiento de inmigrantes, fui testigo de la valentía y de los logros alcanzados por miles de “soñadores” y grupos de defensa que han trabajado sin descanso para nosotros, personas que simplemente intentamos obtener un trabajo o asistir a la universidad. Por todo el trabajo que han realizado tengo la esperanza de que podemos continuar peleando para lograr la implementación total de la ley Dream Act (Ley del sueño americano).
El pasado junio, cuando me enteré por Twitter que la administración Obama iba a permitirles a aquellos jóvenes inmigrantes indocumentados que cumplieran con los requisitos obtener una condición legal provisoria y permisos de trabajo, lo que detendría la deportación de muchas personas, sentí una gran alegría. Hablé con mi madre sobre la posibilidad de obtener una acción diferida e inmediatamente empecé a recibir llamadas por teléfono y recibir mensajes de correo electrónico de muchas personas que buscaban darme su apoyo.
Esta semana, cuando comenzó el proceso de solicitud de acción diferida, muchos aprovecharon la oportunidad de inmediato. Si bien he estado esperando este momento hace mucho tiempo, todavía tengo algunas preguntas que me gustaría aclarar antes de enviar mi solicitud. Mi mayor inquietud es: ¿Qué pasará si el candidato republicano Mitt Romney gana las elecciones y se niega a continuar con esta política?
Mientras tanto, tengo mi pasaporte y todos demás documentos preparados que deberé presentar, y mis hermanos mayores y yo estamos pensando en presentar la solicitud muy pronto.
Para muchos jóvenes inmigrantes indocumentados como yo, la acción diferida representa una victoria y una oportunidad. Espero que algún día pueda conducir, tomarme un avión y obtener un trabajo sin temer la deportación.
Si usted desea contribuir con su historia de inmigrante, envíenos un email a editor@boyleheighstbeat.com