
La última visita que realizó Cuauhtzin Gutiérrez al dentista resultó bastante normal. Entró en lo que describió un consultorio pequeño y limpio y se encontró con un dentista profesional y amable. Se realizó una limpieza dental de rutina y todo resultó ser una buena experiencia. Sin embargo, esa visita no la hizo al consultorio cerca de su casa. Gutiérrez viajó a Tijuana, México.
“Siempre pensé que ir al dentista en Tijuana era algo muy complicado”, dice Gutiérrez, de 25 años, que vive en Monterey Park.
En los vecindarios de clase obrera como Monterey Park y Boyle Heights, donde muchas personas no cuentan con seguro dental, muchos han implementado otras soluciones para obtener tratamiento. Como alternativa en vez de gastar miles de dólares en atención dental, muchos viajan a la frontera, a ciudades de Baja California como Tijuana y Ensenada.
“Ellos vienen porque en primer lugar los tratamientos son más costosos en EE.UU. Estoy posiblemente hablando de un 30% más en los costos en comparación con este lugar”, dice José Arturo Ramos Nava, un dentista de Ensenada que practica la odontología desde hace 32 años. “En EE.UU., una corona de porcelana, puede costar 600 dólares o más, mientras que aquí en México le podemos cobrar entre 200 y 260 dólares dependiendo de la calidad del material dental”.
El costo promedio de un empaste en un consultorio dental de Los Angeles es de aproximadamente 165 dólares, según brighter.com, un sitio en Internet que por un pago mensual ayuda a las personas a ahorrar dinero en los tratamientos dentales. En un consultorio en Tijuana el costo es de aproximadamente 50 dólares, según SmileTijuana.com, un sitio que promociona un consultorio dental en Tijuana. Las coronas y los puentes son algunos de los procedimientos más frecuentes por lo que muchas personas deciden viajar a México, ya que son muy costosos en EE.UU. Pero como estos procedimientos son con frecuencia complicados de llevar a cabo, puede ser más riesgoso realizarlos en la frontera.
“Hay pacientes que vienen incluso por una limpieza, pero generalmente vienen para la reconstrucción de dientes”, explica Nava, que ha recibido pacientes que viajan hasta de Alaska. “Son procedimientos importantes, como coronas, puentes, moldes de dentaduras completas”.
Algunos temen que la calidad sea menor debido al precio más bajo. Sin embargo, muchas de las personas que han viajado a México para realizarse trabajos dentales concuerdan que todo depende de encontrar al dentista adecuado.
A David Rabizadeh, que practica la odontología hace casi 20 años y trabaja en Boyle Heights hace 13 años, le preocupa que la mala calidad de un trabajo dental pueda conllevar a incluso más gastos.
“Los que se gradúan en una universidad acreditada son tan buenos como cualquier dentista que se gradúa en EE.UU.”, dice. “El problema surge cuando van allá, a Tijuana, para hacerse un tratamiento menos caro y terminan en lo que llamamos en Los Angeles, “un garaje dental”, y al regresar tienen más complicaciones, más dolor y más problemas que antes de irse”.
Por “garaje dental” se entiende un “dentista” que trabaja sin licencia y realiza procedimientos dentales en su garaje o casa sin la capacitación, las condiciones higiénicas ni las credenciales adecuadas. Esto causa muchos riesgos, como infecciones y lesiones que pueden conllevar a problemas incluso más graves.
El dinero gastado en boletos de avión o en gasolina hace que la visita al dentista sea costosa, lo que reduce el ahorro. Sin embargo, muchas personas aprovechan el viaje para visitar a la familia y recorrer la zona.
Los recortes a Denti-Cal han reducido el acceso a la atención
Aproximadamente el 30% de los californianos se enfrenta a obstáculos para recibir atención dental, según Alicia Malaby, portavoz de la Asociación Dental de California. Esto significa que hay motivos por los cuales la atención dental no es fácilmente accesible para estas personas en sus propias comunidades.
“Estos obstáculos incluyen el transporte, el idioma, la educación y las finanzas”, señala Malaby.
En el año 2010, 30.7% de la población hispana en EE.UU. no tenía cobertura médica, en comparación con el 11.7% de la población blanca no hispana, según información del Censo de 2010.
Dichos obstáculos hacen que muchas personas no puedan obtener la atención dental que necesitan, lo que también puede causar otras complicaciones médicas.
En julio de 2009, el estado de California canceló la mayoría de los servicios dentales para adultos de Denti-Cal, el programa dental de Medicaid en California, debido a motivos de presupuesto. Esto dejó a muchos residentes de bajos ingresos sin atención dental.
“Los recortes eliminaron la atención dental a más de 3 millones de adultos de bajos ingresos, cubriendo solamente los servicios para aliviar el dolor y los tratamientos de infecciones”, afirma Malaby.
Si bien hay algunas maneras en que las familias de bajos ingresos pueden obtener ayuda, como eventos o clínicas dentales sin costo, estos servicios son con frecuencia limitados y muchas personas no reciben la información.
La falta de atención dental asequible en California puede provocar que más personas viajen a otros países a obtener tratamiento dental.
“Han reducido la cobertura de los adultos, y uno de los resultados que vemos es que muchas personas en la comunidad deben buscar tratamiento dental en otros países”, comenta Rabizadeh, dentista de Boyle Heights, sobre los recortes del estado al programa Denti-Cal.