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Jerry Brown / Foto de Officer Phil (Flickr, Creative Commons)

El gobernador Jerry Brown promulgó este domingo una nueva ley que permite a los jóvenes indocumentados obtener la licencia de conducir de California. Sin embargo, vetó el proyecto de ley que podría haber limitado la capacidad de las cárceles locales para mantener detenidos a los inmigrantes hasta celebrar las audiencias federales de deportación.

La ley AB 129 promulgada por Brown y redactada por Gil Cedillo (demócrata de Los Angeles), les permite solicitar la licencia de conducir, a aquellos que cumplen con el programa de acción diferida de la administración Obama.

El concejal José Huizar recibió con mucho agrado la determinación del gobernador.

“Cuanto más podamos hacer para sacar a los inmigrantes indocumentados, especialmente a los jóvenes, de las tinieblas y ayudar a incorporarlos a la sociedad estadounidense a través del estudio, el servicio al país y el trabajo, mejor será para todos”, señaló Huizar. “Emitir licencias de conducir a estos jóvenes en el estado de California es un paso en la dirección correcta, aunque todavía queda pendiente llevar a cabo una reforma integral migratoria.”

Según el Centro de Políticas para la Inmigración, hay más de 300,000 jóvenes en California que cumplen con los requisitos para participar en el programa federal, que ofrece un permiso de trabajo por dos años y posterga la deportación de aquellas personas que llegaron a los Estados Unidos siendo niños.

“El gobernador Brown considera que el gobierno federal debe impulsar una reforma integral migratoria que ofrezca un camino hacia la ciudadanía”, señaló Gil Durán, portavoz del gobernador Brown. “El presidente Obama reconoció la situación particular de estos estudiantes, por lo tanto, autorizar que soliciten la licencia de conducir es el siguiente paso lógico.”

Las autoridades federales han permitido que cada estado decida si desea otorgar licencias y otros beneficios a aquellas personas que obtendrán un permiso de trabajo. Texas, Oregon y Viriginia aprobaron leyes para permitir la emisión de la licencia de conducir, mientras que Arizona y Nebraska han decidido negarse.

Una ley de 1993 de California prohibía que los inmigrantes indocumentados obtuvieran licencias de conducir, aunque muchos lo hacían de todas formas. El alcalde de Los Angeles, Antonio Villaraigosa y el jefe del Departamento de Policía de Los Angeles (LAPD), Charlie Beck, afirmaron que otorgar licencias de conducir a inmigrantes indocumentados ayudaría a mejorar la seguridad pública, ya que los conductores con licencia deben aprobar una prueba de manejo y tener seguro para el automóvil.

De todas formas, no todo fue celebración para los defensores de los inmigrantes. Uno de los proyectos de ley que el gobernador vetó el domingo, la Ley TRUST, habría limitado la cooperación del estado con el programa “Secure Communities” (Comunidades Seguras), que depende de la policía local para mantener bajo arresto a los inmigrantes indocumentados hasta que las autoridades de inmigración pasen a recogerlos.

El proyecto de ley contaba con el apoyo de importantes demócratas, entre ellos Villaraigosa, líderes de orden público y defensores de los derechos de los inmigrantes.

Los defensores afirman que las leyes actuales pueden atrapar a los inmigrantes indocumentados que solo cometieron delitos menores o incluso ningún delito.

El gobernador señaló que si bien apoya la reforma migratoria, el proyecto de ley contaba con “fallas considerables” que espera poder solucionar en colaboración con la Asamblea Legislativa del estado.

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