El actor Benicio Del Toro se reunió con los periodistas del Pulso de Boyle Heights un sábado de noviembre temprano por la mañana para dialogar sobre una amplia gama de temas durante más de una hora. El actor, que había visitado previamente la Escuela Secundaria Hollenbeck, oyó hablar del Pulso de Boyle Heights a través de un colega y quiso conocer a los jóvenes periodistas.
Del Toro, de 48 años, que nació en San Juan, Puerto Rico, dijo que nunca había tenido la oportunidad de ser entrevistado por periodistas de preparatoria y no quería dejar pasar esta oportunidad.
Los jóvenes periodistas del Pulso de Boyle Heights hablaron con el actor sobre las dificultades de ser un actor latino, sus opiniones políticas y lo que se necesita para triunfar en Hollywood. La entrevista fue corregida y revisada para lograr tanto la longitud como la claridad adecuadas.
PBH: ¿Qué influencias de la niñez lo llevaron a la actuación?
BDT: Yo iba al cine de niño, pero nunca pensaba, “oh, quiero ser actor”. En mi familia no habían actores o nada relacionado con el teatro o algo parecido. Jugaba baloncesto, eso era lo que me motivaba de niño. Quería jugar en la NBA de niño. Ese era mi sueño. Mediante los deportes supe lo que era trabajar en equipo, lo cual es una parte importante de hacer películas.
No fue hasta que fui a la universidad…. Les seré honesto, quería hacerme la vida fácil, así es que tomé una clase de actuación porque, ¿cómo iba a fallar? Tenía 18 o 19 años, y el profesor dijo que estaba en la edad apropiada para aprender la destreza de la actuación. Así es que pensé que estaba justo a tempo. El que ese profesor dijera eso me hizo sentir que de veras lo podía intentar. Entonces supe que el actuar no era intentar a ciegas. Se construye el personaje, la actuación tienen su ciencia, se aprende.
PBH: ¿La pertenencia a su grupo étnico en algún momento lo ayudó a obtener papeles específicos o le impidió obtener algún papel en especial?
Bueno, en primer lugar, ser actor o actriz es un trabajo muy difícil. Ser latino lo hace un poco más difícil todavía. Les daré un ejemplo. Cuando comencé a ir a las pruebas de actuación, me pedían que me cambiara el nombre. Seguramente si me hubiera llamado John Smith no me habrían pedido que me cambiara de nombre. Es un obstáculo más que hay que superar si perteneces a un grupo étnico. Y parte de eso se debe a las historias. Las películas son historias y no hay muchas historias creadas desde la experiencia latina.
Cuando estudiaba actuación, tenía un maestro latino que me dijo, si vas a hacer esto, tienes que trabajar

el doble de lo que trabaja John Smith. Así es que siempre trabajé duro, y eso me ha llevado a donde estoy. Pero siempre tuve eso en la mente, tienes que lidiar con la realidad de que no hay muchos roles escritos para latinos. Tienes que amar lo que haces, porque entonces no te va a importar trabajar muy duro. Pero es un poco más complicado.
PBH: En muchos de sus papeles figuran las drogas y la mafia. ¿Las películas son para usted una manera de poner sobre el tapete alguno de estos temas?
BDT: Pensemos en dos películas, “Traffic” y “Sicario”. Actúe en “Traffic” en el 2001. El problema con la guerra contra las drogas es que lleva 30 años, quizás más tiempo, pero la producción de drogas no ha disminuido -ni tampoco el consumo- por lo tanto, nada ha cambiado en realidad. Quizás la violencia en México ha pasado a estar totalmente fuera control en algunos lugares, pero no en todo México. Por eso, películas como “Sicario” nos invita a hacernos otra vez la misma pregunta: ¿La guerra contra las drogas está realmente logrando resultados?
PBH: Piens que las drogas deben ser legalizadas en los Estados Unidos y México?
BDT: No todas las drogas son iguales, no se puede decir que todas las drogas deben ser legalizadas. Pero el hecho de que la marihuana esté legalizada en algunos estados, y pienso que se está hablando de legalizarla en México, pienso que puede ayudar. La marihuana sigue siendo una droga, todavía puede ser peligrosa, pero es más suave que otras drogas, como el crack, la cocaína, esas son drogas peligrosas. Creo que es un buen paso, personalmente, para la marihuana.
PBH: A menudo una comunidad como Boyle Heights se queja sobre la representación que recibe en los medios. El alcalde de Juárez se quejó sobre la manera en que se representó a la ciudad en la película “Sicario”. ¿Cuál es su opinión?
BDT: Antes que nada, creo que tiene derecho a manifestar su opinión. Nadie en la película buscó socavar o denigrar a Juárez. Nunca fue nuestra intención. Pero las películas toman aspectos de la vida real. Cuando se creó en el guión, Juárez era quizás una de las ciudades más peligrosas del mundo. Por lo tanto, la película tomó esos aspectos. Y como latino, tengo que enfrentar la situación y decir con convicción que nunca fue nuestra intención ofender a las personas de Juárez o denigrar la ciudad, pero las películas toman hechos de la realidad.
Entiendo que cuando el alcalde de Juárez hizo esa declaración todavía no había visto la película. La cinta no es necesariamente tanto sobre Juárez. Es sobre violar todas las leyes para hacer lo que uno piensa es correcto, lo cual en mi opinión no funciona. También creo que el daño colateral no estuvo solamente en México, también lo hay del lado de Estados Unidos. El policía que ataca al personaje de Emily Blunt, el es estadounidense, así es que aquí hay corrupción también.
En la segunda parte: Benicio del Toro habla de cómo selecciona sus personajes.
En la tercera parte: Benicio del Toro habla de la posibilidad de volver a ganar el Oscar.
Foto superior: Benicio del Toro no quiso perder la oportunidad de ser entrevistado por el Pulso de Boyle Heights. Todas las fotos: WELA YMCA Youth Institute